El mundo es su territorio y hacia allá va. Si el ariano adulto primero hace y después piensa, ¡qué queda para el bebé!.
Los papas deben saber que será un niño al que costará ponerle límites y que responderá con hostilidad cuando le marquen el camino. No escucha y se frustra cuando no consigue lo que quiere.
En contraposición, será un niño noble, leal, buen amigo, incondicional, capaz de obrar según le dicta su corazón. Un autentico romántico, todo un idealista. También, muy independiente, lo que facilitará la tarea de los padres a la hora de aprender a caminar, comer solo o dejar el chupete.